“Un niño llamado
Joan”
A Joan le gustaba mucho pintar animales, perros, peces, gatos
y pájaros.
Lo que le llamaba la
atención eran los ojos de los animales, porque a través de ellos él podía
saber, si estaban contentos, tristes, si tenían hambre, frio, si querían jugar
o estaban cansados.
Así que pintaba los ojos de todas las formas posibles: ojos
grandes, ojos pequeños, ojos amarillos, ojos abiertos, ojos azules, cerrados,
ojos misteriosos y ojos de muchos colores…
Joan dibujaba a muchos animales, pero no como eran, sino que
los hacia más bellos.
Les ponía tres colas, cincos ojos, dos narices y siete patas
o cuatro orejas y ocho pelos.
Así fue que los animales se divertían más dentro de los
cuadros de Joan, que por la calles de la ciudad, y no quisieron salir nunca más
de ese mundo tan alegre y fantástico, en donde podían volar y jugar siempre.
Era el mundo de la fantasía
y la ilusión.
Joan amaba la naturaleza, por eso llamo a las flores, a las hojas,
a los árboles y a todos los insectos para que disfruten de ese mundo de
felicidad, ah! Y también llamo a las piedra muy pesadas y grises, les dijo:
-
“yo las pintare de colores
para que estén bellas”
Agarro los colores que utilizaba, que eran pocos, y pinto a
las piedras grandes y pequeñas de amarillo, rojo, verde, azul y naranja.
Y dijo:
- ¡Nunca las piedras han estado tan bonitas!
Un día nuestro amigo se llevó a los animales y a los insectos
a parís. Subieron a una gran torre de
hierro y les enseño el universo, les presentó a la luna y el sol, a las
estrellas, a los planetas y satélites. Y les dijo:
-
“A partir de ahora , formarán parte de nuestro mundo , podrán
viajar con la imaginación y tendrán grandes aventuras”
Otro día, hicieron otro viaje a una isla llamada Mallorca era
un lugar tranquilo y luminosos. En ese entonces, Joan pensó:
-
Todos los animales, las plantas y estrellas estarán súper
contentos, les encantará este lugar”
Los personajes que habitaban Mallorca estuvieron muy contentos
de recibir nuevos amigos, parecían gente buena, tranquila, y les encantaban
disfrutar juntos del mundo mágico de Joan.
Pronto todos formaron un gran familia donde a través de los
colores y la imaginación fueron muy felices.